Publicación Pedida: Patria Grande Chivilcoy y la nueva Ley de Agroquímicos Provincial

La nueva Ley de Agroquímicos Provincial permite fumigar a 10 metros del perímetro urbano.

El pasado seis de julio, el Senado de la provincia de Buenos Aires dio media sanción al proyecto de una nueva Ley de Agroquímicos. El Ministro de Agroindustria bonaerense, y ex gerente de la multinacional Monsanto, Leonardo Sarquis, fue el precursor de esta nueva ley. Diversos sectores políticos, sociales, relacionados con la lucha contra los agrotóxicos y a favor de una armonía entre la naturaleza y la comunidad, criticaron el proyecto. Fundamentalmente haciendo foco en las enfermedades (cáncer principalmente) que produce el contacto de las poblaciones con los agroquímicos.

Manuel Bertoldi, referente provincial de Patria Grande e ingeniero agrónomo, manifestó al respecto: “Al igual que la quita de retenciones y el otorgamiento de beneficios fiscales por parte del gobierno de Macri y Vidal a los sectores más concentrados de la producción agropecuaria, la nueva ley está hecha a medida de las grandes empresas productoras de agrotóxicos que hoy rigen los destinos de la producción agropecuaria de nuestro país”.

La provincia de Buenos Aires cuenta con la Ley 10.699 de 1988, que regula la aplicación de los productos agroquímicos y fitosanitarios. Esta ley prevé la distancia en las aplicaciones: establece que las fumigaciones aéreas se permiten a 2 km de los centros urbanos, pero no dice nada de las terrestres. Esta omisión en la legislación bonaerense, ha habilitado a los municipios a generar sus propias legislaciones.

Tomando como base un conflicto entre partes sucedido en la localidad de Alberti, la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires sentó jurisprudencia en 2012 impidiendo toda fumigación terrestre en un límite inferior a los 1000 metros del ejido urbano.

La nueva ley nace con la excusa de resolver un supuesto vacío legal que hay en la provincia. Esta nueva ley, modifica drásticamente el marco regulatorio anterior y desconoce el fallo de la justicia, actuando de manera anticonstitucional. En principio, se basa en una cuestionada clasificación del SENASA, que divide a los agrotóxicos en cinco categorías según su nivel de peligrosidad. En función de esta clasificación, la nueva ley fija los límites para las aplicaciones aéreas y terrestres reduciéndose drásticamente con respecto a los anteriores. En primer lugar, reduce el límite para la aplicación aérea de 2000 a 500 metros. En segundo lugar, reduce el límite para las fumigaciones terrestres a 10 metros del perímetro urbano.

Karen Alesi, encargada de Patria Grande en la materia en nuestra ciudad, agregó al respecto: “¿Qué pasará ahora con las familias y los vecinos de los pueblos rurales? ¿Tendremos que tolerar las pulverizadoras pasando por las puertas de nuestras casas, de nuestras escuelas? Es necesario generar una ley de agrotóxicos que fije límites reales a pulverizaciones, que establezca criterios de peligrosidad en base a pruebas propias. Una ley que proteja a la población, una ley en beneficio de las grandes mayorías”.